viernes, 14 de enero de 2011

Elementos para un análisis democrático, popular y revolucionario: Postura de la Mesa Ejecutiva FEPUCV

a FEPUCV ha entregado su opinión y a partir de ella, esta realizando una importante campaña de cara a la llamada "reforma educacional" del gobierno empresarial de Piñera, cabe destacar que para los compañeros de la FEPUCV, lo de hoy "no es mas que la expresión de una profundización de las políticas privatizadoras implementadas en Educación desde hace ya mas de 30 años, iniciadas de la mano de la dictadura y continuadas sin mayor cuestionamiento por los gobiernos de la Concertación".

Saludamos las posturas educativas y la claridad política de la FEPUCV, el dejar en su lugar tanto a la alianza en el gobierno y a la concertación en pretendida "oposición", como dos caras de la moneda neoliberal.

En el 2011 la lucha en la educación, desde los estudiantes y los trabajadores de la educación contra las medidas reaccionarias y antipopulares del gobierno neoliberal, ocupara un espacio principal y esta debe ser asumida con unidad, movilización y con una propuesta educativa y sociedad propia, democrática, popular y revolucionaria.

Comisión Nacional de Comunicaciones

del

Partido Comunista Chileno (Acción Proletaria)

PC(AP)

www.accionproletaria.com


“En el marco de la Reforma Educacional 2011”

A los estudiantes de nuestra Universidad, y a la Comunidad Nacional:

Como Mesa Ejecutiva de la Federación de Estudiantes de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, frente a las iniciativas del Gobierno de Chile anunciadas por el Ministro de Educación Joaquín Lavín, y el Presidente de la República Sebastián Piñera, de impulsar una Reforma Educacional, declaramos lo siguiente:

En primer lugar manifestamos nuestro rechazo a las medidas anunciadas por el Ejecutivo para esta nueva Reforma de la Educación, proyecto que sin duda alguna es el cambio más importante que el actual Gobierno pretende impulsar. De la misma manera, como Mesa Ejecutiva FEPUCV, rechazamos las críticas inofensivas, estéticas y formales en la que caen los partidos políticos tradicionales, que dicen llamarse de oposición, por ello creemos hoy más necesario que siempre plasmar nuestra postura dando un análisis que apunte a los aspectos de fondo de la propuesta, a fin de que de esta manera contribuyamos al debate nacional sobre estos importantes asuntos.

La reforma impulsada por el gobierno no es más que la expresión de una profundización de las políticas privatizadoras implementadas en Educación desde hace ya más de 30 años, iniciadas de la mano de la dictadura y continuadas sin mayor cuestionamiento por los gobiernos de la Concertación. Las políticas anunciadas por el MINEDUC, comprenden la Educación como un instrumento al servicio del crecimiento económico, y los rankings internacionales de desarrollo, sin comprender el rol esencial que cumple la educación en la construcción ciudadana, desarrollo y transformación de nuestra sociedad. El proyecto además, presenta un fuerte cuestionamiento a la calidad de la formación de los profesores, pero no reconoce el hecho que ellos mismos educan y se educan bajo el actual sistema que reproduce un círculo vicioso de pobreza educacional.

Todo lo anterior, refleja una planificación que privilegia al crecimiento económico por sobre el desarrollo social, lo que se traduce en que la educación de calidad seguirá siendo un privilegio para pocos y no un derecho para todos.

En cuanto a las políticas anunciadas, hemos identificado su clasificación en tres ejes.

1. El primero de estos, corresponde al de los incentivos económicos, para atraer a directores, docentes y estudiantes de pedagogía, retirando de manera paralela a los docentes cuyo desempeño es cuestionado. Junto con esto, soluciona y atiende al problema histórico de la jubilación de los profesores.

Es aquí donde se enmarca la gran propuesta que ha hecho el Gobierno de entregar becas de pedagogía a los estudiantes con puntajes por sobre los 600 puntos, lo cual creemos que no garantiza la permanencia de aquellos estudiantes ni asegura un mejoramiento en la profesión docente. Por el contrario, posiciona a las carreras de pedagogía como un trofeo a alcanzar, legitimando a la ya cuestionada PSU como un sistema óptimo de selección universitaria la cual no mide vocación ni talentos, y que ha dado claras señales de pronunciar aún más las diferencias entre colegios particulares y municipales. Además, es contradictoria a la llamada “igualdad de oportunidades” ya que se otorgarán estos incentivos a estudiantes de sectores económicos acomodados quienes son los que obtienen los mejores puntajes. Dicho de otra manera, consolida la deficiente distribución del ingreso que existe en nuestro país.

2. El segundo ítem corresponde al de las mediciones: más SIMCE y prueba INICIA para los egresados de pedagogía, lo que basa su análisis mediante resultados cuantitativos obtenidos y supone que la base de la calidad de la educación proviene de los bajos sueldos e inercia de los profesores de nuestro país. Como consecuencia de esa tesis, que creemos errada, se formulan políticas expresadas hoy mediante evaluaciones que aplican presión a los docentes y se traducen finalmente en incentivos económicos. De este modo, estas medidas y políticas son traspasadas a los contenidos enseñados para el cumplimiento de metas sin garantías de un real aprendizaje. Por su parte, el aumento de pruebas SIMCE no parece aportar información nueva, sólo será más información para evidenciar cambios “eficientes” en los resultados debido a la nueva gestión pública, sin embargo son medidas cortoplacistas que, a pesar de que inciden directamente en los resultados, en ningún caso lo hacen en la mejora del aprendizaje de los estudiantes.

Respecto de la aplicación de una prueba obligatoria a los egresados de pedagogía (INICIA), esta evaluación no incorpora el manejo de habilidades pedagógicas, base de un buen desempeño docente, sino que en la práctica clasificará a los egresados aumentando de manera decidida la segregación social, llevando a los docentes con mejores resultados a aquellos “liceos de luz verde” y a los con peor calificación a los de “luz roja”, en el marco de la semaforización de las instituciones.

Otro punto de análisis que se enmarca en las mediciones, es el respecto al aumento de horas pedagógicas en Lenguaje y Matemáticas para los estudiantes entre 5° básico y 2° medio, mediante una reducción de un 25% del tiempo dedicado a Historia, Ciencias Sociales y Tecnología; esta medida al contrario de lo que afirma el Ministro, no contribuirá en lo más mínimo a solucionar los graves problemas de desigualdad y calidad de la Educación Básica y Media chilena, si no que la aumentará. Consideramos que aquella proposición, está hecha a la medida de las pruebas estandarizadas (PSU y SIMCE) y rankings internacionales, no centrando la atención en lo más hondo de nuestra sociedad y su desarrollo. El restar horas pedagógicas en aquellas áreas profundiza aún más la evidente carencia de memoria histórica, pensamiento crítico, innovador y responsabilidad cívica que vivimos como chilenos. ¿No parece antagónico acaso, que en el año del bicentenario, en donde el Gobierno se ha llenado la boca de forjar identidad nacional se tomen medidas de esta naturaleza?

Creemos firmemente que el mejoramiento de la calidad de nuestra educación no pasa por el acomodo de unas horas más o menos durante la enseñanza básica y media; el eje del problema no está en la cantidad de horas, sino en cómo se usan dichas horas, buscando por ejemplo la inserción de nuevas metodologías y la apuesta por cambios dentro del aula en busca de un aprendizaje transdisciplinar y vivencial, donde el estudiante tenga una real participación en su construcción cognitiva y social, alejado de las lógicas reproductivas de las antiguas formas de enseñar.

3. El tercer ítem, cabe dentro de las reformas que responden a las formas renovadascomo la inserción de herramientas tecnológicas, la creación de los liceos de excelencia y la modernización del estatuto docente.

La inserción de nuevas tecnologías (tales como notebooks y pantallas inteligentes) es accesoria en relación a la aplicación de nuevos métodos educativos. Cabe destacar que se hace notar el compromiso con entidades externas como la OCDE más que un compromiso con el país mismo en contribución a su propia realidad y su cultura, medida que se condice con la necesidad de “alfabetización digital” y el “aumento de fuerza de trabajo TIC” en Chile reconocido por el organismo y que se plasma como uno de los objetivos del plan para 2010 de la OCDE en cuanto a tecnologías de la información. No es que rechazemos el uso de tecnología en la salas de clases, es que esta inserción tecnológica es completamente inútil si no se innova en los procesos y procedimientos de enseñanza y aprendizaje, la tecnología impuesta no es más que una herramienta que permite hacer un proceso más eficiente, pero que en definitiva apoya al mismo proceso si no existe una reestructura en nuevas metodologías de enseñanza, las cuales ni este ni los anteriores gobiernos de la Concertación han buscado impulsar.

Emblemática ha sido la creación de los llamados liceos de excelencia, lo cual manifiesta que la opción del Gobierno es llevar a cabo cambios educacionlaes en base a la lógica de la segregación y discriminación social, acorde a una educación de carácter elitista y sectario. Es ejemplificador de lo anterior, el aumento de los recursos en Subvención Escolar Preferencial, consolidando una vez más el rol del Estado como subsidiario de derechos y no como garante de ellos.

Por otro lado, el anuncio de modernizar el Estatuto Docente, no ha sido discutido con la transparencia ni participación necesaria para una modificación histórica de estas características. La dirección y las decisiones de los colegios quedarán en manos de estos verdaderos “gerentes de la educación”, donde mediante un control absoluto se les permitirá tomar decisiones dando facultades extraordinarias como despedir anualmente a un 5% de los profesores contratados.

Nuestro análisis nos lleva a afirmar que el actual modelo de educación que se viene gestando desde lo gobiernos de la concertación y consolidado por el actual gobierno de derecha, es un modelo que responde al desarrollo empresarial. No sólo a nivel primario o secundario sino también en nuestra educación superior. En este respecto sólo un dato: la ampliación de la cobertura en educación superior los últimos 10 años ha sido principalmente absorvida por las universidades privadas que dicen llamarse “sin fines de lucro” (no menor es el aumento de un 57% de las matrículas en este tipo de instituciones), lo cual ha generado nuevas formas de precarización y explotación de los estudiantes. La promesa de generar a partir de los títulos profesionales una movilidad social que permitiera una mejor calidad de vida de las personas y por consiguiente de la sociedad no se ha cumplido, por el contrario se ha aumentado la brecha de clases sociales. El modelo actual centrado en el empresariado, es el que fija las prioridades de qué es lo que se investiga y cuáles deben ser lo ítemes de desarrollo que generen rentabilidad empresarial, la libertad en la generación de conocimiento ha sido aplastada por un modelo que responde al mercado y no un modelo que responde al desarrollo social. Hoy los académicos son presionados para producir conocimiento reducido que responda a la rentabilidad económica, hoy se dice en base a índices que Chile está calificado y llegando a la era del conocimiento, pero son esos mismos índices los que nos hablan de una carencia de felicidad en quienes habitamos nuestro país, y nos reconocemos como carentes de conocimiento que nos permita un real desarrollo, por lo que cabe la pregunta: ¿Queremos seguir alimentando un sistema que restringe por completo el desarrollo humano o queremos generar real conocimiento y avances sociales que nos permitan optar por una mejor calidad de vida?

Estimados compañeros y compañeras, para finalizar, creemos que el movimiento estudiantil tiene una tarea fundamental:

Debe constituirse como un activo actor capaz de hacer VERDADERA oposición a la apuestas neoliberales de Piñera y al inmovilismo político de la Concertación en materia de educación, por medio de propuestas las cuales deberán tener un sello eminentemente social, deberán surgir desde los actores sociales, desde las comunidades educativas, es decir, de las personas comunes y corrientes, los cuales hemos sido desplazados de los centros decisionales por la elite política, que sigue representándose así misma decidiendo de manera cupulista. Nos preguntamos, ¿Si no somos nosotros, entonces quién?

Por lo anterior, nuestro llamado es a informarse, a discutir en sus asambleas y a comenzar a organizarse para accionar en conjunto como estudiantes críticos de nuestra realidad. Tenemos una responsabilidad ética de hacer política, para proponer nuevas formas de hacer las cosas. La verdadera revolución será la que permita que el desarrollo de nuestra sociedad apunte a una igualdad de derechos y deberes, a una sociedad más justa y democrática que responda a las necesidades de su propia cultura y que sea capaz de expandirse a su entorno. Esa revolución es la que estamos dispuestos a formular, y es a la que llamamos a que se sumen, mediante encuentros, información y organización, porque aún tenemos la esperanza intacta de hacer de éste un país mejor.

Mesa Ejecutiva – Federación de Estudiantes Pontificia Universidad Católica de Valparaíso